⛪La Libertad Religiosa en Nicaragua
Desde 1979, con la llegada al poder del Frente Sandinista y posteriormente el retorno de Daniel Ortega, la persecución religiosa en Nicaragua ha sido constante y se ha intensificado en los últimos años. Entre 2018 y 2024 se registraron al menos 74 encarcelamientos de sacerdotes, obispos y pastores, además de más de 50 destierros forzados. En 2025, el régimen ha prohibido miles de procesiones y mantiene una campaña de hostigamiento contra la Iglesia, incluso en torno a la tradicional celebración de La Purísima.
📜 Cronología de la persecución religiosa
1979–1990: Primer gobierno sandinista
Tras el triunfo de la Revolución Sandinista, la Iglesia Católica se convirtió en un actor crítico frente al gobierno. Aunque hubo sacerdotes vinculados al sandinismo, la jerarquía eclesial denunció restricciones a la libertad religiosa y la instrumentalización política de la fe.
Se registraron tensiones por la participación de clérigos en cargos públicos y por la represión a voces críticas dentro de la Iglesia.
1990–2006: Período de transición democrática
La persecución disminuyó, aunque persistieron roces entre la Iglesia y los gobiernos sucesivos. La Iglesia mantuvo su papel de mediadora en conflictos sociales.
2007–presente: Retorno de Ortega al poder
La represión religiosa se recrudece. La Iglesia Católica, junto con sectores evangélicos, se convierte en uno de los principales críticos del régimen.
Desde 2018, tras las protestas sociales, el gobierno intensificó el hostigamiento: vigilancia de templos, prohibición de procesiones, confiscación de bienes y encarcelamiento de líderes religiosos.
📊 Arrestos y destierros documentados
2018–2024:
74 religiosos encarcelados, incluyendo sacerdotes, obispos y 11 pastores evangélicos.
Más de 50 destierros forzados, con traslados a Roma, Estados Unidos, Costa Rica y otros países.
En 2023, 222 presos políticos fueron enviados a EE. UU., entre ellos al menos 20 religiosos.
En 2023 y 2024, 31 sacerdotes y dos obispos fueron enviados al Vaticano en oleadas sucesivas.
2025:
Se reporta la prohibición o represión de 11,763 procesiones religiosas desde 2019, incluyendo 4,800 canceladas en 2024.
El obispo Rolando Álvarez permanece exiliado en Roma, símbolo de la persecución actual.
La ONU ha calificado estas acciones como crímenes de lesa humanidad por motivos políticos y religiosos.
🌸 Contexto actual de La Purísima
La Purísima, una de las festividades marianas más importantes de Nicaragua, tradicionalmente celebrada en diciembre con altares, cantos y procesiones, se ha visto gravemente afectada.
El régimen ha prohibido procesiones públicas, limitando las celebraciones a espacios cerrados bajo vigilancia policial.
Comunidades católicas denuncian que la represión busca silenciar expresiones de fe que se convierten en resistencia social.
A pesar de las restricciones, los fieles continúan celebrando en privado, reafirmando su identidad religiosa y cultural frente a la represión.
✝️ Conclusión
La persecución religiosa en Nicaragua bajo Ortega no es un hecho aislado ni circunstancial: es una política sistemática que busca arrancar de raíz la fe de un pueblo. Arrestos, destierros, prohibiciones y campañas de desprestigio contra la Iglesia se han convertido en instrumentos de control, incluso sobre celebraciones tan profundas y arraigadas como La Purísima, símbolo de identidad espiritual y cultural.
Pero la religión no es un privilegio que el Estado pueda conceder o negar: es un derecho humano fundamental, reconocido en acuerdos internacionales y reafirmado en la Cumbre de las Américas, donde se estableció que la libertad de culto es inseparable de la democracia y el respeto a la dignidad humana.
Quitarle al pueblo su religión es más que un acto de represión: es decidir por cada ciudadano si moralmente debe estar con Dios o con la dictadura. Es un intento de sustituir la conciencia espiritual por el miedo político. Y esa imposición no solo vulnera la fe, sino que destruye el pacto democrático y la legitimidad de cualquier gobierno que pretenda sostenerse sobre la negación de lo más sagrado: la libertad de creer.
***Equipo NNG***
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