📞 Call centers en la mira_Nicaragua
La industria de los centros de llamadas ha sido, en la última década, uno de los motores silenciosos de empleo formal en varios países latinoamericanos. Jóvenes bilingües, con acceso a tecnología y formación técnica, han encontrado en este sector una vía de ingreso estable en economías marcadas por la informalidad y la migración. Pero una nueva propuesta impulsada por el expresidente Donald Trump podría cambiarlo todo.
🧨 ¿Qué propone la Ley para Mantener los Centros de Llamadas en América 2025?
La iniciativa busca repatriar operaciones de call centers que actualmente funcionan en países como Guatemala, Honduras, Costa Rica y Nicaragua. Bajo el argumento de proteger empleos estadounidenses, la ley plantea:
Notificación obligatoria: Las empresas deben informar al Departamento de Trabajo de EE. UU. con 120 días de anticipación si planean trasladar operaciones al extranjero.
Lista pública de empleadores: Las compañías que externalicen servicios serán incluidas en una lista pública durante cinco años.
Sanciones económicas: Las empresas en esa lista perderán acceso a subvenciones y préstamos federales, y podrían enfrentar multas mensuales si mantienen empleos fuera de EE. UU.
Transparencia con el cliente: Los agentes deberán informar al usuario la ubicación del centro de llamadas y ofrecer la opción de ser transferido a uno dentro del país.
Prioridad en contratos federales: Se dará preferencia a empresas que operen exclusivamente en territorio estadounidense.
📉 ¿Qué impacto tendría en Latinoamérica?
La aprobación de esta ley podría provocar una reducción drástica en la inversión extranjera, pérdida de empleos y debilitamiento de uno de los sectores más dinámicos de exportación de servicios en la región.
En Guatemala, el sector genera más de 55 mil empleos formales y 138 mil indirectos, con una contribución salarial anual superior a Q11 mil millones.
En Costa Rica, más de 150 centros de llamadas emplean entre 35 mil y 40 mil personas, integrándose a un sector de servicios que representa 116 mil plazas formales.
🇳🇮 ¿Y en Nicaragua?
Aunque no hay cifras exactas actualizadas, se estima que el sector de BPO (Business Process Outsourcing), que incluye los call centers, emplea a más de 14,000 personas en Nicaragua. La mayoría de estas empresas son filiales de compañías con sede en Estados Unidos, atraídas por una fuerza laboral bilingüe y calificada a bajo costo.
🏢 Principales empresas en Nicaragua:
Sitel
Concentrix
QC2 (Quality Contact Centers)
Webhelp
Ibex
🧾 ¿Cómo operan?
Zonas Francas: La mayoría de los call centers operan bajo este régimen, que ofrece exenciones fiscales y beneficios laborales a cambio de generación de empleo y divisas.
Supervisión estatal: Aunque no hay evidencia de propiedad directa por parte del régimen Ortega-Murillo, sí existe control político y económico a través de la Comisión Nacional de Zonas Francas (CNZF). Laureano Ortega Murillo ha sido designado como autoridad máxima para supervisar inversiones extranjeras.
Modelo de “diálogo y consenso”: Aunque este modelo colapsó tras las protestas de 2018, las empresas bajo el régimen de Zonas Francas han continuado operando, en parte por su utilidad económica para el gobierno.
🇨🇳 ¿Y China?
Aunque Nicaragua firmó un Tratado de Libre Comercio con China en 2024, no hay evidencia de presencia significativa de call centers chinos en el país. La cooperación se ha centrado en infraestructura y telecomunicaciones, pero podría expandirse en el futuro si las relaciones con EE. UU. se deterioran aún más.
⚠️ ¿Una industria en riesgo?
La industria de los call centers en Nicaragua y en toda Centroamérica se encuentra en una encrucijada. La propuesta de Trump representa una amenaza directa a miles de empleos formales, especialmente en países donde el sector ha sido una válvula de escape frente a la migración y el desempleo juvenil.
En Nicaragua, el modelo de Zonas Francas ha permitido que estas empresas operen con relativa estabilidad, pero bajo la supervisión de un régimen que prioriza el control político sobre la transparencia económica. Si EE. UU. decide cerrar el grifo, el impacto será inmediato: pérdida de empleos, caída de inversión extranjera y debilitamiento de uno de los pocos sectores que aún generan ingresos formales y divisas.
Prensa Libre - Call Centers en Riesgo
NCR Proyecto de ley en EE. UU. _ Call Centers
📞 Call centers de Nicaragua: ¿motor económico o dependencia silenciosa?
En medio de una economía marcada por la informalidad, el exilio y la concentración de poder, los centros de llamadas han emergido como uno de los sectores más dinámicos y discretos de exportación de servicios en Nicaragua. Pero ¿cuánto aportan realmente al país? ¿Y qué tan sostenibles son sus beneficios?
💰 ¿Qué porcentaje del PIB representan?
Según datos de ProNicaragua, el sector de externalización de servicios —que incluye los call centers— exporta aproximadamente 245 millones de dólares anuales. Si lo comparamos con el Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua en 2023, que fue de 7,531 millones de dólares (según el Banco Mundial), el cálculo es claro:
(245 ÷ 7,531) × 100 ≈ 3.25%
Esto significa que los call centers representan cerca del 3.25% del PIB nacional, una cifra significativa para un país con limitada diversificación económica.
🏥 ¿Y su aporte al seguro social?
Aunque no hay datos oficiales específicos sobre la contribución directa de los call centers al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), podemos hacer una estimación aproximada:
Empleo formal: El sector emplea a más de 11,700 personas, según ProNicaragua.
Salario promedio estimado: Alrededor de 12,000 córdobas mensuales (unos $335 USD).
Aportes legales:
Trabajador: 6.25% del salario → 750 córdobas/mes.
Empleador: 15% del salario → 1,800 córdobas/mes.
Total por empleado: 2,550 córdobas/mes.
Multiplicado por 11,700 empleados, el sector aportaría aproximadamente 29.8 millones de córdobas mensuales, lo que equivale a unos $830,000 USD al mes, o $9.96 millones al año al INSS.
⚠️ Limitaciones y sombras del modelo
Zonas Francas: Muchos call centers operan bajo este régimen, que ofrece exenciones fiscales. Aunque los aportes laborales suelen mantenerse, algunos beneficios pueden reducir la carga tributaria.
Variación salarial: Algunos empleados ganan más, lo que podría aumentar los aportes. Pero también hay contratos flexibles o informales que podrían reducirlos.
Falta de transparencia: No hay datos públicos sobre cuántos trabajadores del sector están plenamente afiliados al INSS.
🧨¿Dependencia o Oportunidad?
Los call centers representan una parte importante del PIB nicaragüense y una fuente relevante de empleo formal y aportes al seguro social. Pero su sostenibilidad está en riesgo. Dependen de decisiones políticas externas (como la propuesta de Trump para repatriar empleos), de incentivos fiscales internos, y de una fuerza laboral joven que podría emigrar ante la falta de oportunidades reales de crecimiento.
En un país donde el régimen controla las inversiones y supervisa las zonas francas, el futuro de este sector no está garantizado. Y si se va, no solo se perderán empleos: se perderá uno de los pocos espacios donde la juventud encuentra estabilidad sin tener que abandonar el país.
📞 ¿Puede el aporte de los call centers salvar al INSS?
Ya calculamos que los call centers podrían aportar cerca de $9.96 millones al año al INSS, basados en un salario promedio de $335 USD para 11,700 empleados. Pero comparemos:
El déficit del INSS en 2022 fue de –$5.3 millones, y ha crecido desde entonces.
El gasto anual del INSS supera los $500 millones, según estimaciones del BCN y FMI.
El aporte de los call centers representa menos del 2% del presupuesto operativo del INSS.
⚠️ Los Fondos son Insuficientes
Aunque los call centers aportan empleo formal y contribuciones al seguro social, su impacto es marginal frente al tamaño del déficit estructural del INSS. El sistema está quebrado no por falta de call centers, sino por:
Mala gestión de fondos.
Ausencia de reformas.
Uso político del presupuesto.
Envejecimiento acelerado de la población sin aumento proporcional en cotizantes.
⏳ ¿Qué esperar?
Si el régimen no implementa reformas profundas —como aumentar la edad de jubilación, elevar las cotizaciones o reducir beneficios— el INSS colapsará en 2028, como advierte el FMI. Y si los sectores formales como los call centers se ven afectados por políticas externas (como la propuesta de Trump), ese colapso podría llegar antes.
La economía no puede sostener un sistema de pensiones sin transparencia, sin planificación, y sin justicia intergeneracional. El INSS no está en crisis: está en cuenta regresiva. NNG
**Equipo NNG**
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